El Doctor Luis Martín Jiménez es un pediatra especializado en neumología infantil. La clínica se ubica en Calle del Conde de Aranda, 15, en Madrid.
– Asma. Se trata de una enfermedad pulmonar producida por la inflamación y estrechamiento de la mucosa de los bronquios, que impide la salida correcta del aire de los pulmones.
Este problema suele iniciarse en la infancia, etapa en la que aparece como respuesta determinados estímulos que producen alergia como el polen, ácaros de polvo o algunos alimentos.
– Bronquitis crónica. Se da cuando las vías bronquiales, las arterias respiratorias que llevan oxígeno a los pulmones, se inflaman y se produce la bronquitis.
Esta enfermedad provoca tos con mucosidad, aparte de generar problemas como respirar. Otros síntomas son jadeo, presión en el pecho o fiebre baja.
– Neumonía. Se trata de una infección en los pulmones provocada por distintos gérmenes como bacterias, virus y hongos que propagan sus microorganismos por el interior de los alvéolos.
Los síntomas suelen ser fiebre moderada, malestar general, dolor muscular y articular, cansancio y fatiga, dolor de cabeza, tos seca sin expectoración, y dolor torácico menos intenso.
– Tos crónica. La mayoría de los tipos de tos causan molestias, pero son generalmente útiles, ya que expulsamos gérmenes, mocos y material extraño de nuestros pulmones.
La tos dura poco tiempo, pero a veces permanecen durante semanas o incluso meses. La tos crónica se define como una tos que dura ocho semanas o más en adultos o más de cuatro semanas en niños. Esto puede interrumpir el sueño y provocar fatiga y, en casos severos, causar vómitos, mareos e incluso fracturas de costillas.
Los síntomas suelen ser congestión nasal, nariz que moquea, goteo postnasal, dolor de garganta, ronquera, sibilancias o falta de aliento, acidez, sabor agrio en la boca y toser sangre.
– Apnea del sueño. Es la interrupción de la respiración que se produce momentos después de conciliar el sueño y procedida de un ronquido fuerte durante al menos 10 segundos.
Los síntomas suelen ser ronquidos fuertes, despertares abruptos por falta de aire, despertar con dolor de garganta o la boca seca, momentos en que cesa la respiración durante el sueño, dolor de cabeza matutino, insomnio, somnolencia diurna, irritabilidad, y problemas de atención.
Para más información, le recomendamos acceder a la web del pediatra Dr. Luis Martín Jiménez.
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