Clínica Miralles es un centro de psicología especializado en el tratamiento infantil. Se ubica en Carrer de la Universitat, 4, en Valencia.
Servicios de psicología
Infantil
– Trastorno negativista desafiante. El niño discute con los adultos, desafía y no quiere cumplir órdenes, molesta deliberadamente a otras personas, acusa a otros de sus errores, es susceptible, colérico y vengativo. Se identifican factores de riesgo como un temperamento difícil, pautas de crianza inadecuadas y factores genéticos. Se da antes de los 8 años.
– Enuresis nocturna y diurna. Es un problema relativamente frecuente y el grado de afectación en el niño no varía, ya que hay niños que no le dan importancia y apenas les afecta llevar pañal, sobre todo por la noche, mientras que hay otros niños que desde edades tempranas lo viven como algo vergonzoso o se sienten culpables.
Este problema consiste en orinarse encima o en la cama en niños mayores de 5 años. A partir de esa edad, el sistema neurológico está preparado para que el niño controle el pipí.
– Trastornos alimentarios y desórdenes alimenticios. El rechazo al alimento consiste en una alteración de la alimentación, manifestada por una dificultad persistente para comer adecuadamente en niños menores de 6 años.
Esto puede desaparecer a medida que el niño va adquiriendo autonomía, pero en otros casos se prolonga hasta la adolescencia, creando otros problemas como las dificultades de relación con los padres, problemas de comportamiento, problemas de salud…
– Miedos. Es importante enseñar a los niños a enfrentarse a sus miedos en lugar de evitarlos, porque le estaremos enseñando a afrontar problemas futuros.
Los miedos pueden convertirse en fobias cuando se alargan en el tiempo, cuando vemos que es exagerado o cuando afecta a otras áreas del comportamiento del niño y pasa a ser un miedo normal a ir acompañado de gran angustia y necesidad de escapar.
– Encopresis. Cuando se inicia el entrenamiento del niño a dejar el pañal pueden darse algunos factores como anomalías dietéticas, temor a defecar, estreñimiento, problemas de conducta, problemas de desarrollo o instauración inadecuada del hábito de defecar.
– TDAH. El motivo de consulta suele ser un problema de comportamiento o de rendimiento académico. Se crean problemas de falta de eficacia ante las dificultades para organizarse y hacer que adquiera hábitos de conducta.
– Insomnio. Las manifestaciones más comunes son las pesadillas y los terrores nocturnos.
– Depresión. Se produce ante una pérdida de algo significativamente importante para el niño o un cambio importante que suponga la pérdida de reforzadores. Es una alteración del estado de ánimo cuyos principales síntomas son la tristeza y la apatía.
Psicología en adolescentes
– Oposicionismo. El adolescente busca desmarcarse para realizar actividades con sus amigos y las opiniones de padres y adolescentes se encuentran muchas veces en puntos distantes. Puede llegar a adoptarse un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante en el que se dan enfados y desobediencia. Se pierde la confianza, la comunicación, la armonía familiar, el respeto y la autoestima del adolescente.
– Ansiedad. Se manifiesta por sensaciones físicas elevadas (taquicardia, sudoración, tensión muscular o ahogos), pensamientos catastrofistas o exagerados, y conductas de evitación de las situaciones o estímulos temidos.
– Depresión. Se siente tristeza la mayor parte del día, ganas de llorar, se pierde la capacidad para disfrutar, disminución del interés por cosas que antes motivaban a la persona, aislamiento social, irritabilidad, pérdida de peso, problemas para dormir bien o sueño excesivo, cansancio, inactividad o desgana, pérdida de energía, sentimientos de inutilidad, baja autoestima, de culpa, dificultad para pensar o concentrarse y pensamientos recurrentes de muerte, sensaciones de ansiedad.
– TDAH. En la adolescencia pueden presentarse algunos comportamientos que pueden dar señales para su detección como el sentirse inquietos, pueden controlar la hiperactividad, asumen comportamientos de riesgo, son inconstantes, no cumplen sus promesas, desean hacer las cosas bien, les molesta el control de los adultos, hacen las cosas con prisa, no tienen tiempo de organizarse, dejan las cosas a medio hacer, muestran gran dispersión y baja autoestima.
– Habilidades sociales. El bullying afecta a estas habilidades sociales, donde se da una situación continuada de falta de respeto, persecución, menosprecio y que puede derivar en agresión física o verbal.
Para más información, te recomendamos acceder a la web de psicología de la Clínica Miralles.
Deja una respuesta