¿Educación en género neutro?
Vivimos en una sociedad donde el binarismo del género puede llegar a reducir las capacidades y posibilidades a las que los niños, niñas y niñes podrían llegar a alcanzar. Es por eso que muchos padres, e incluso famosos, han decidido criar a sus hijes dentro de una educación en género neutro, libres de prejuicios y estereotipos de género.
¿Qué es el género neutro?
Para empezar es necesario realizar una clara distinción entre lo que supone el género y el sexo.
El sexo: el sexo es simplemente lo que se nos asigna al nacer dependiendo de nuestros genitales, hormonas y cromosomas; normalmente se suele asignar o masculino o femenino. Aunque por motivos de nacimiento también existe personas intersexuales, que nacen con características de los dos sexos
El género: el género es bastante más complejo, ya que es un constructo social y es la forma en la que se espera que actué una persona por ser de un sexo u otro.
El objetivo de la educación en género neutro es conseguir que los niños no se vean afectados por los patrones y roles de género que se imponen en la sociedad en la que vivimos, pudiendo estos conseguir aceptar fácilmente su identidad sexual y desarrollar sus capacidades sin limitaciones de género. Este tipo de educación tiene su raíz en el feminismo primitivo y busca crear adultos libres de prejuicios.
Algunos famosos como P!nk y Adele han optado por seguir este método educativo, y países como EEUU y Suecia son pioneros en la implantación de esta metodología en guarderías. En Suecia incluso se aceptó la aparición de un tercer pronombre, hen, para aquellas personas que no se identificaran con el sistema binario del género, es decir que no se reconociesen ni como hombre ni como mujer.
La educación en género neutro en la práctica
La educación en género neutro es difícil de llevar en España, debido a que no existen guarderías o colegios para ello. Sin embargo se puede llevar un modelo neutro en casa que empiece lo antes posible.
Realizar pequeñas actuaciones como que los peques elijan la ropa que quieren llevar, independientemente del color o el tipo de ropa; y que jueguen con los juguetes que deseen, entre otras prácticas, siguen la idea de este modelo educativo.
Es básicamente, y desde la raíz, tener en cuenta la forma en las que los niños reciben la información de su entorno y utilizarlo para enseñarles que pueden ser lo que quieran. La televisión, los juguetes, los cuentos, entre otros, son algunos de los elementos desde los cuales los más pequeños reciben información.
Para llevar este tipo de educación neutra, y librarlos de cualquier estereotipo de género, no es necesario prohibir o eliminar. Los niños deben ser conscientes de la realidad que les rodea, hay que enseñarles desde la reflexión a analizar los comportamientos y a entender por qué no tienen que seguir estos estereotipos.
Esto no significa que el niño, niña, o niñe se vea en la obligación de ser no binario. Todo lo contrario, es darles la posibilidad de elegir como quieren mostrarse al mundo, como quieren ser, vestir; o, simplemente, con que juguetes quieren jugar sin que se sientan cohibidos por que piensen que un determinado objeto es del género opuesto.
Suecia, ejemplo de educación en género neutro
Suecia es el único país en el que, a día de hoy, se está llevando este tipo de educación neutra en guarderías.
Las escuelas infantiles ‘Eglalia‘ es una red de guardería donde los más pequeños son tratados con el pronombre neutro sueco Hen. Los juguetes son usados por todos, y los baños no estas divididos por género.
Los más peques aprenden en esta escuela sobre el respeto hacía los demás, y sobre como su sexo no debería condicionarles a quienes son realmente.
Es bueno para los más peques
Según un estudio publicado por Journal of Experimental Child Psychology en 2017, los niños que son criados en un sistema educativo neutro tienden a ser más tolerantes con otros niños que consideran diferentes. Además, en este estudio también se demuestra que los peques que son educados en sistemas binarios tienden a formar más fácilmente grupos del mismo género, y evitan jugar con aquellos juguetes que consideran del género contrario, siendo más propensos a continuar con los estereotipos de género y a no desarrollar sus capacidades.
Además de ello, los niños criados en un sistema no binario pueden llegar a ser a ser más seguros de sí mismo, y a tener mayor facilidad para tomar decisiones. Algunos expertos, incluso, la consideran la forma más respetuoso de educar a los más pequeños.
Sin embargo, esta forma de educación también puede afectar al niño o niña desde un plano social. El hecho de vivir en una sociedad binaria, y ver a un peque cuya expresión de género no se adapta a lo que los otros niños esperan de él o ella, puede conllevar que este reciba burlas o exclusión por parte de los otros peques
Es por esto que siempre hay que realizar este tipo de acciones buscando darle a los más peques un abanico de posibilidades al que acceder, nunca como si este fuese un motor de cambio social.
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