Juegos y actividades para estimular el lenguaje en los niños
El lenguaje es una parte esencial en el desarrollo de niños y niñas, pues les permite relacionarse con los demás y expresar sus pensamientos y sentimientos. A través de diferentes actividades y juegos es posible estimular el lenguaje en los peques, enseñándoles además a resolver sus problemas con diálogo.
El juego es una forma de comunicación e interacción muy efectiva, que permite desarrollar sobre todo el lenguaje oral. En este artículo te presentamos una lista de pasatiempos que podrás aplicar en casa fácilmente. No necesitas muchos materiales ni un espacio amplio, tan solo motivación y muchas ganas de disfrutar con tus hijos.
“Simón dice” y juegos de mímica
Todas las actividades que impliquen el movimiento ayudan mucho al desarrollo del lenguaje en los niños. En “Simón dice” los pequeños deben cumplir las órdenes sencillas que le da un compañero o un adulto y que deben empezar siempre por esa frase. Por ejemplo: “Simón dice que saltemos a la pata coja”. El niño o niña que se mueva cuando la orden no comience por esa oración, perderá. Así se potencia la comprensión y atención al mensaje.
Por otro lado, los juegos de mímica o imitación de personajes también son muy útiles para fomentar la capacidad de expresión. Algunos ejemplos son: Gestos de Hasbro, que tiene tres niveles de dificultad distintos; Adivina qué imito de Educa, recomendado para niños mayores de 6 años; o el Party and go Disney de Diset, que incluye varios juegos entre ellos el de mímica y es para niños mayores de 4 años.
Canciones y trabalenguas
Un juego muy entretenido y fácil de llevar a cabo cuando no se tiene nada a mano es cambiar palabras a canciones conocidas por los peques. Primero se busca un nombre que rime con la palabra que iría en ese verso de la canción y que a su vez sea familiar para el niño. Al cantarla, este debería ser capaz de encontrarla y reemplazarla. De esta forma se amplía el vocabulario y se practican los sinónimos y los sonidos de las palabras.
Por otro lado y aunque parezca contradictorio, los trabalenguas ayudan a desarrollar el lenguaje de los pequeños. Al decirlos ejercitan su vocalización, fluidez y modulación, lo que es muy importante a la hora de adquirir soltura en la expresión y comunicación de las ideas.
“Veo veo” y juegos de memoria con imágenes
El clásico “Veo veo” es un ejemplo de pasatiempo que fomenta la construcción de frases y la asociación de conceptos. También ayuda a los pequeños a aprender a plantear preguntas y dar respuestas.
Otra forma de potenciar la capacidad de describir y explicar son las tarjetas con palabras o imágenes. Con ellas se pueden emprender múltiples juegos como encontrar parejas de tarjetas iguales o relacionadas. También el memory, que consiste en identificar las fotografías o dibujos a la vez que se aumenta el vocabulario de los peques. Algunos ejemplos que se pueden adquirir son: Super Things o, para niños más pequeños, el memory de la Patrulla Canina.
“¿Quién es quién?” y otros juegos de preguntas
De nuevo, un juego muy conocido y fácil de aplicar en los hogares. “¿Quién es quién?” está pensado para dos jugadores y está recomendado para niños de 6 años en adelante. En cada turno un jugador le hace preguntas cerradas (de respuesta sí o no) al otro, con el objetivo de adivinar cuanto antes el personaje que ha elegido en su lado del tablero. Hay diversas variantes de este juego: desde el Harry Potter.
Siguiendo con los juegos de preguntas tenemos el “¿Quién soy?” o las charadas. El niño debe colocarse una imagen sobre su cabeza de manera que su compañero o el adulto que lo acompaña es el único que puede verla. Solo a través de preguntas de sí o no podrá descubrir el personaje que le ha tocado. Esta actividad puede realizarse de manera casera con papeles con palabras o dibujos, o bien con un teléfono móvil gracias a aplicaciones como GuessUp Niños, disponible en Play Store y App Store.
Cuentos, historias y juegos de rol
Las buenas historias siempre atraparán la atención e imaginación de los pequeños. Pero el objetivo de este tipo de actividades es que sean ellos quienes inventen sus propios cuentos o relatos. De esta forma se estimula su habilidad de conversación y narración de eventos. Se puede hacer, por ejemplo, con Story Cubes, dados que muestran diferentes imágenes que los niños deben relacionar para contar una historia. Otra opción es introducir en una bolsa opaca diferentes objetos, materiales o dibujos con los que los niños inventen acontecimientos tras sacar dos o tres al azar.
Finalmente, los juegos de rol permiten el desarrollo del lenguaje al reproducir escenas de la vida cotidiana. No existen límites en este tipo de pasatiempos: se puede jugar al supermercado, al restaurante, al médico o veterinario, al colegio… Lo más importante es que los niños y niñas creen situaciones en las que deban tomar decisiones y dialogar para alcanzar una solución o un consenso.
Puedes empezar por proponer a tu peque algunos de la lista que acabas de leer y dejar que sea él o ella quien tome la iniciativa y elija el que más le apetezca en ese momento. ¡A jugar!
– ¿Has notado algún problema en el habla, en la voz o en la capacidad de expresión de tu hijo? Te recomendamos el siguiente artículo sobre las señales que indican que un niño necesita ir al logopeda.
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