Trastornos de la Conducta Alimentaria o TCA: cómo identificarlos y dónde acudir
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades mentales caracterizadas por provocar una preocupación obsesiva por el peso, la ingesta de alimento y la imagen corporal. Pueden manifestarse a cualquier edad, aunque la franja que se estima más propensa es entre los 12 y los 18 años. Por su peligrosidad y por el incremento de casos en los últimos años, desde Todo Familias te ayudamos a saber cómo identificarlos y dónde acudir para combatirlos.
¿Qué tipos hay y cómo identificarlos?
Identificar los TCA puede ser complicado, ya que a menudo las personas que los padecen intentan ocultar sus síntomas. Sin embargo, hay algunos signos comunes que se pueden observar.
El primero de los tipos de TCA a mencionar es la anorexia nerviosa. Esta se caracteriza por una obsesión por bajar de peso, llegando a bajar de lo saludable, y se manifiesta en una reducción del consumo de alimentos. Su fijación llega a distorsionar la percepción del propio cuerpo y causar una delgadez extrema, una obsesión por contar calorías, miedo a comer en público y autoevaluación constante del físico.
Otro de los trastornos conocidos es la bulimia nerviosa. Esta implica episodios recurrentes de atracones de alimentos, seguidos por comportamientos como provocar el vómito o el ejercicio excesivo en un intento de compensación.
Un tipo de TCA menos conocido, pero igual de grave, es el trastorno de la conducta alimentaria no especificado (TCANE). Este consiste en cuadros incompletos de anorexia o bulimia nerviosa. Es decir, presenta síntomas relacionados con la conducta alimentaria, pero no cumple todos los criterios necesarios para ser calificado como los dos trastornos mencionados.
El trastorno por atracón es otra de las variantes más peculiares. Este se caracteriza por episodios recurrentes de ingerir alimentos de manera excesiva en poco tiempo. Esto produce una sensación de perder el control y ser incapaz de detenerse, a la vez que provoca sentimientos de culpa, vergüenza y disgusto consigo mismo. Presenta similitudes con la bulimia, pero la diferencia es que, en este caso, los atracones no desencadenan ninguna acción compensatoria.
Otros trastornos de la conducta alimentaria
En la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la Asociación Aamericana de Psiquiatría (DSM-5), se recogen varios trastornos que anteriormente no se consideraban TCA. Estos son la pica (más habitual en la infancia y que consiste en la ingesta de sustancias no nutritivas como la arena), el trastorno por rumiación (regurgitaciones repetidas del alimento), vigorexia (obsesión por un cuerpo musculoso), ortorexia (obsesión por la comida saludable) y la obesidad, que presenta un alarmante incremento de casos.
¿Dónde acudir?
Si se sospecha la posible existencia de un TCA, tanto la persona afectada como su entorno deben ser conscientes de que se trata de una enfermedad y, como tal, no se debe ocultar, sino buscar ayuda.
Una de las principales opciones es acudir a un psicólogo que haya tratado a gente con este tipo de enfermedades o a su centro de atención primaria, donde podrán valorar el caso y derivar a la persona afectada a los centros especializados en TCA. En el proceso, se facilitará toda la información importante que debe saberse al respecto. Además, existe también la posibilidad de buscar ayuda profesional acudiendo a asociaciones o fundaciones enfocadas a trabajar especialmente con personas afectadas por estos trastornos.
Por si lo necesitas, te recomendamos acceder a nuestro listado de psicólogos infantiles, los cuales sabrán llevar temas como este u otros.
